Por: @la_drakarys (activista LGBTIQA+)

Y pues nada, llegó el día de hablar del Código de Familias. Empiezo diciendo que a veces a la gente se le olvida que se lleva años luchando por los derechos de la Comunidad LGBTIQA+, se les olvida que si se logra su aprobación, será un logro de la lucha de activistas que llevan años comiéndose un cable, luchando, intentando que las leyes cambien, saliendo a las calles, organizando charlas, luciendo sus colores en espacios donde nadie más se atreve a hacerlo.

También diré que hay un error común entre las personas, donde se piensa que el Código va solo sobre Matrimonio Igualitario y han enfocado campañas y esfuerzos, lo mismo en desacreditar ese beneficio, que en enaltecerlo. ¡Vayan al médico a verse eso!

En las reuniones del barrio se escuchaba la típica charla fundamentalista de que la familia original cubana sería destruida, esa que está formada por mamá, papá y par de chamas hembra y varón, hicieron un cartel y todo, lo pegaron por las cabeceras provinciales ¡qué horror!  Se olvidaron de las abuelas que han criado nietos como suyos por generaciones, de los vecinos que adoptaron sin hacer papeles  al chico malacabeza del barrio y le dieron un hogar, una comida, una cama. Se olvidaron de la señora de los gatos que siempre anda por el barrio enseñando su matica de rosas; clásicos de la sociedad que aparentemente no entran en el modelo fundamentalista, pero que en el Código de Familias, sí.

Hay quien dice que ir a los debates era un pérdida de tiempo, otros que “eso ya está aprobado”, pero si la historia nos ha demostrado algo a la comunidad LGBTIQA+  cubana es que NO tenemos razones para confiar. El famoso artículo 68, que se pensó en su momento que fuese el paso progresivo en la constitución fue eliminado de raíz, acompañado de censura, de cierre de congas y desfiles y mucha discriminación disfrazada de burocracia.  Entonces surge la duda, ¿será verdad que aprobaremos un Código Inclusivo? ¿Será que esta vez sí se logra?

El Anteproyecto del Código de Familias, además del matrimonio igualitario, trae otros beneficios, como la adopción de niñes por parejas homoparentales, el reconocimiento de la unión de hecho, y la protección ante discriminación en el ambiente familiar.  El documento no está exento de problemas, para que mentir, como la falta de protección a la infancia trans, y la despreocupación del estado con el cuidado del adulto mayor. Pero sí cubre necesidades legales, lagunas históricas que han desamparado a tantas personas. 

¿La lucha se detiene? De aprobarse el Código. ¿les activistas no trabajarán más? La lucha no para, continúa, es una ola que crece, que se fortalece, que busca garantizar derechos fundamentales a minorías discriminadas. Si se aprueba el Código, tienes amparo legal, pero no tienes seguridad de que la discriminación se detiene. La lucha continúa, esperemos que CON CÓDIGO INCLUSIVO.

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