¿Sabías que hoy día, nuestra generación posee 4 veces la cantidad de ropa y zapatos que nuestros padres tuvieron?

Ejasí… la modernidad nos ha traído hasta este punto y aquí estamos, enfrentando una enorme crisis ecológica, protagonizada en gran parte por algo que nos encanta: LA MODA.

La moda nos vuelve locos, cada vez que vemos una foto de alguien en Instagram con un outfit duro, le hacemos screenshot, el celular lo tenemos lleno de imágenes de elementos de moda que nos identifican, estilos, tatuajes, conjuntos, tenis, tecnología, accesorios, todo es trendy. La moda es sexy, tiene personalidad, representa el carácter, pero mientras evoluciona demasiado rápido, deja a su paso un rastro horrible de consumo y explotación de los recursos naturales de nuestro planeta.

La industria de la moda, no ha sido históricamente ética o sostenible, siquiera responsable, en el mundo entero millones de toneladas de textiles desechados van a parar a campos de basura cada año, obreros de la industria de la moda han perdido sus vidas trabajando bajo condiciones infrahumanas por centavos, la moda rápida o FAST FASHION no es consciente, las superofertas de las grandes marcas no son oportunidades, alguien en el otro lado del mundo paga un precio muy alto por ello.

Como cubanos, muchos no estamos familiarizados con el daño que provoca la industria de la moda al medio ambiente. La histórica crisis económica (ya crónica) en Cuba, nos enseñó a reutilizar todo tipo de materiales, por necesidad. De niños, nuestras madres, padres y abues reciclaban todo, en cada familia había alguien que poseía una máquina de coser y nos resolvían algún arreglito, hacían bolsas de las fibras de los sacos, jabas de mezclilla, bolsitas de merienda de nylon recuperado, tapetes, sobrecamas, manteles de retazos de telas de colores, canastillas de bebé, incluso alguna cobita elegante y original. La necesidad venía acompañada de la creatividad y la invención, pero las nuevas generaciones han dejado atrás la noble costumbre de reciclar, reparar y reutilizar, sin saber que estábamos implementando por necesidad, lo que hoy el mundo de la moda sustentable suplica que continuemos por el bien de nuestro planeta. 

¡Clandestina defiende la moda sustentable!

Nuestra comunidad está familiarizada con nuestra línea Vintrashe, completamente confeccionada a mano con materiales recuperados y reciclables, incluso para nuestro producto estrella: el T-shirt, adquirimos solo materias primas de compañías certificadas globalmente como productores responsables para con el planeta.

La responsabilidad ecológica está presente en cada uno de nuestros procesos creativos, desde el diseño hasta la confección, imaginamos productos prácticos que a todxs sean útiles, inspirados en el ¨resolver¨ cubano. Pensamos en quienes hacen nuestra ropa, la calidad que debe tener cada producto para que dure más, cómo alargar su vida útil y sobre todo, a donde irá a parar cuando lo descartemos. 

Apostamos por el rescate y reutilización de piezas de ropa en la creación de nuevos diseños que reafirmen el estilo de vida y la expresión individual.  Todxs podemos tomar actitud responsable a favor de la moda sostenible, lo que el mundo reconoce como UPCYCLING y nosotros llamados jocosamente VINTRASHE.

Tomemos en cuenta las ventajas de la moda sostenible o SLOW FASHION

-Es intencional.

-Guarda un propósito.

-Promueve métodos de diseño sustentable y una producción limpia y eficiente.

-Fomenta la creatividad e inventiva de emprendimientos responsables para con el medio ambiente.

-Satisface necesidades humanas.

-Apoya la economía local con precios accesibles, jornada laboral y el salario justo.

-Implementa diversos modelos de negocio.

 -Crea comunidad porque apoya el multiculturalismo.

-Representa un estilo de vida y sobre todo una experiencia genuina en la moda.

Pues en este día mundial del medio ambiente, queríamos hacer un llamado a la conciencia ecológica desde el closet hasta la calle. La moda no es solo lo que usamos o como nos expresamos, también es la actitud que tomamos en nuestro entorno, el verdadero Flow es consciente de eso. Pongamos de moda la responsabilidad ecológica hasta convertirlo en un estilo de vida.